miércoles, 3 de abril de 2013

Barroco e Ilustración

"La ciencia moderna, basada en el método experimental y el empleo del lenguaje matemático, nace en el siglo XVII. En el siguiente, de forma paralela a los progresos de la ciencia, pero de la mayoría de las veces si lazo directo con ellos, los progresos de las técnicas preparan la Revolución industrial, mientras que en Francia y Europa se difunde la filosofía de las luces, que en nombre de la razón y de la libertad, quiere hacer retroceder las tinieblas de la ignorancia y el fanatismo".

- Carpentier y Lebrun, "Breve Historia de Europa".

Las ideas barrocas e ilustradas no parten directamente de un avance cultural, sino que vienen dadas por un proceso de revolución técnico-tecnológica en el campo de las ciencias. Fueron los primeros científicos: Newton o Galileo, quienes con sus descubrimientos en los campos de las ciencias, dieron paso a un avance que no dejaría de desarrollarse hasta el siglo XVIII. Fue una época de grandes descubrimientos, de avances y de transformaciones. Entonces fue cuando aparecieron las primeras máquinas, la electricidad, o el avance en la medicina. Se avanzó mucho en todos los planos, dejando un poco a parte el de la botánica y el de la zoología. Esto era porque aún, con el auge que tenía el catolicismo, era impensable que el mundo se hubiera creado a partir de un fenómeno científico, más que por un ser innato en el que siempre se había creído. Sin embargo, estas ideas no durarían mucho, ya que el gran progreso (que además conllevó a un gran auge económico), favoreció el desarrollo de la sociedad y del pensamiento. 

Dentro del campo de las humanidades y las artes, debemos comenzar hablando del Barroco y seguir con el clasicismo. El Barroco, a pesar de que hoy en día se considera como lo que fue un arte nuevo y rompedor, en aquella época no era más que una innovación a la que nadie prestaba atención. Los progresos científicos tenían mucho más renombre que los artísticos, y a pesar de que la literatura y la pintura también se desarrollaban en la línea barroca, no se les daba tanta importancia. Aún así, podemos destacar artistas como Velázquez, en España, o Poussin en la literatura francesa. Podría decirse que la moda era entender de ciencias y de arte. La filosofía pierde algo de peso pero no quedaría mucho tiempo para que explotase con ideas ilustradas muy revolucionarias. En los salones se hablaba de artes, los reyes apreciaban la cultura y la desarrollaban por encima de todo; así se comenzó a mejorar la educación, se hicieron progresos políticos y se avanzó en el plano artístico (sobre todo en Italia). 

Por otro lado, hablábamos del clasicismo, y ahí es donde tenemos como principal protagonista a Luis XVI en la burguesa Francia. Ya hemos dicho que la economía de esta época pasaba por un periodo de esplendor, y eso suponía un aumento considerable en las riquezas de los monarcas. Fue así como de la Ilustración surgió algo como lo que sería más adelante "el despotismo ilustrado de Carlos V", que consistía en un "todo para el pueblo pero sin el pueblo". De esta forma el pueblo estaba contento y los reyes seguían enriqueciéndose a su costa. El clasicismo tratará sobre todo de esto: de amoldarse a los avances sin dejar de perder las costumbres del Antiguo Régimen; pero no solo en el plano político, sino también en el cultural, por ejemplo recuperando la pasión por el latín y la cultura clásica en todos los planos (arquitectura, pintura, escultura, matemáticas, política o filosofía).

La monarquía estuvo viviendo muy cómoda imponiendo este yugo, pero no contaban con que llegaría la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert, y que con ella se comenzarían a transmitir las ideas revolucionarias por toda Francia. Como revolucionarios podríamos considerar a Voltaire, Montesquieau o Rousseau, entre otros, que fueron los que transformaron las tinieblas en luces solo con el uso de la razón. Y esto es lo que se buscaba, el uso de la razón y el avance del pensamiento. Estas propiedades también debían tenerlas los monarcas: estaba claro que todos tenían derecho a la educación y a la cultura (era algo por lo que se luchaba), pero es más, los altos cargos debían basar su política en la filosofía para que todo funcionase de forma justa y correcta. Aparece junto a esta idea, la libertad, en pensamiento y de forma individual. Se acabó el silencio de la Edad Media. Ahora hay que renacer y despertar porque han llegado las luces. Esto va a suponer un gran desarrollo de la filosofía, la literatura y el arte en general. Es más, en el ámbito político se empiezan a plantear las ideas de República, o incluso algunos se atreven a criticar la idea de propiedad privada. Aun así, los habrá menos radicales y acomodados socialmente, que dejarán de defender la monarquía para dar más importancia a una burguesía, que más tarde con la Revolución Francesa, lucharía por un mayor poder "en nombre del pueblo".


Bibliografía

- Breve Historia de Europa (Carpentier y Lebrun).
- Documentales sobre la Ilustración (Filósofos Ilustrados).


-  Ana Perla Sánchez.


1 comentario:

  1. Magnífica aportación. La entrada comienza con una cita que me parece de lo más pertinente.

    Sería interesante analizar la imagen que transmite a los niños el "Érase una vez..."

    Atentamente,



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