lunes, 29 de abril de 2013

Conflicto árabe-israelí. Los primeros pasos.


"La guerra civil se hace incontrolable"
- El País, 1976


El conflicto comenzó en 1948 en Palestina y sigue sin arreglarse en la actualidad moderna. Por ello, para comprenderlo debemos remontarnos al pasado, a la historia judía y palestina. Ambos se consideran pueblos elegidos por Dios que, al atravesar unas épocas de decadencia encontraron su oportunidad de renacer en el siglo XIX.

El problema comenzó cuando estas comunidades creyentes comenzaron a predicar con los nacionalismos. En el bando judío tenemos, por ejemplo, a Herzl que en 1896 publicó El Estado judío. Esta tesis afirmaba la imposibilidad de combatir el antisemitismo, y que por lo tanto solo quedaba una rendición y un acomodamiento.

Ya a las puertas del siglo XX, apenas había veinte asentamientos agrícolas en Palestina, poblados por unos 4.500 judíos. En la segunda aliya (emigraciones) que coincidió con los antecedentes de la  Primera Guerra Mundial, estos asentamientos triplicaron su número. Además, estas emigraciones y posteriores asentamientos iban guiados por un ideal judío de índole socialista. Y así nacieron los kibbutzim, las colectividades agrarias y la expansión de la propiedad colectiva. Sin embargo este no era el único ideal, ya que también los había que eran partidarios del nacionalismo exclusivo y procedían en su mayor medida de los Países del Este.  

Palestina fue una región muy poco poblada e inestable de política. Su población era escasa y estaba continuamente afectada por los raids beduinos. No fue hasta la revolución de los Jóvenes Turcos en la primera década de siglo cuando empezaron los primeros conflictos entre ambas comunidades. Aunque cabe destacar que durante la Primera Guerra Mundial, los turcos prohibieron el nacionalismo de ambos signos y el exilio de muchos practicantes.

En 1917 tuvo lugar la Declaración Balfour, en la que el Gobierno Británico reconocía como aceptables las emigraciones judías, lo que tuvo como consecuencia un importante aumento de inmigrantes en el país. Esto llevó a la tercera aliya, que aún no había madurado en su ideología y tenía las mismas intenciones que la anterior. Sin embargo, cabe destacar que fueron los partícipes en este asentamiento los que consiguieron hacerse con el poder y la posterior independencia.

La cuarta aliya tuvo lugar en 1924, de carácter más cosmopolita que las anteriores. Esta trajo consigo la aparición de instituciones como el Haganah, (Ministerio de Defensa e Inmigración) y el Histadrut (los sindicatos). Por otro lado, el sionismo aumentó su papel popular y social, mientras que los grandes pudientes se mostraban hostiles contra él.

Al tiempo que crecía la inmigración judía también lo hacía la población árabe, pero esto no duraría mucho porque la violencia comenzaba a caldear el ambiente social de 1929, lo que traería graves consecuencias.  En 1931Mac Donald ordenó no restringir la inmigración judía y, como consecuencia, las agresiones entre las dos comunidades se multiplicaron. Seis años después, coincidiendo con la persecución nazi, los británicos empezaron a apoyar a los israelíes contra los árabes. 

El Holocausto, fue una de las razones que contribuyeron al anhelo de tener una patria propia; y aún más si tenemos en cuenta el pueblo judío fue el único que no consiguió recuperarse de las pérdidas demográficas producidas durante la Segunda Guerra Mundial hasta los años 80. Muchos judíos inmigraban de forma ilegal, lo que supuso un aumento de las malas relaciones con las autoridades británicas. A partir de 1944, cobraron protagonismo minoritarias organizaciones terroristas judías como Irgún, o Lejí, que buscaban la venganza contra los intereses británicos. De hecho llegaron a asesinar a un ministro británico y volaron un hotel británico de Jerusalén, al darse la detención de inmigrantes ilegales por parte de las autoridades coloniales.

Tres años después, la situación de los soldados británicos en Palestina se hizo insufrible. Los enfrentamientos entre las dos comunidades no cesaban y el intento de restablecer el orden suponía una tentativa a los atentados. En los combates que tuvieron lugar antes de la independencia murió gran parte de la población judía. Se explica de esta forma la decisión británica de retirar las y el apoyo administrativo-económico a principios de los cincuenta

Por otro lado, la ONU estaba buscaba soluciones al problema. En 1947 se celebró la primera sesión del comité especial de las Naciones Unidas para solventar el problema palestino. Sin embargo la población árabe no estuvo dispuesta a aceptar los propósitos judíos de basar en el pasado histórico sus reivindicaciones, porque lo consideraba el efecto de una "nostalgia místico-religiosa". Las soluciones propuestas fueron varias, aunque la mayoría apuntaban hacia un Estado federal (que se llevaba concibiendo desde los años 30). Finalmente, el comité propuso la creación de dos Estados y una zona internacional en Belén y Jerusalén bajo control de las Naciones Unidas.  Los israelitas contarían con tres zonas.

En este momento, existía todavía un consenso entre las dos superpotencias que se enfrentaban al problema; lo que era prácticamente el único acuerdo que subsistía entre los antiguos aliados. Pero la respuesta del mundo árabe fue la proclamación de La guerra santa -jihad- en contra de la resolución y, mientras que el bando israelí, se negó a aceptar una solución transaccional. El Irgún, afirmó que consideraba este reparto como "una catástrofe nacional e histórica" y prometió que llegará un día en que el conjunto de Palestina, Eretz e Israel sería devuelto al pueblo judío”. 

A comienzos de los años 50, iban a intervenir los árabes, con unidades militares de los países limítrofes, mientras que se reagrupaban las milicias judías. Desde los años veinte, existía una fuerza defensiva llamada Haganah, que en este momento integraba, además de todo, terroristas. Tan sólo unos minutos después de su proclamación del fin del mandato británico, el Estado de Israel fue reconocido por Estados Unidos.

Al mismo tiempo se iniciaba la primera Guerra árabe-israelí que daría lugar al más importante conflicto del mundo actual. La situación militar de partida vino con la victoria de los árabes. Hay que tener en cuenta que las milicias judías disponían de pocos hombres guerrilleros, sin medios bélicos; mientras que los árabes tenían una cifra inmensa de unidades militares y apoyo de los países del entorno. Pero fueron los judíos los que vencieron en Ben Gurion.

La batalla decisiva tuvo lugar en entre Tel Aviv y Jerusalén y acabó con la división de la ciudad en dos y la ocupación del territorio por parte de los israelíes, con la excepción del desierto del Neguev. En junio de 1948, el conde Bernadotte, como intermediario de la ONU, consiguió una primera tregua entre los combatientes y propuso la división del territorio de Jordania entre los Estados combatientes. Pero las disputas se reanudaron en julio y a partir de este momento las victorias judías no cesaron. En el desierto del Neguev, por ejemplo, hasta tres mil egipcios fueron hechos prisioneros, junto al que sería el futuro presidente Nasser. Allí, las ofensivas israelíes proporcionaron victorias que hubieran supuesto la caída del Ejército egipcio y la llegada hasta el Canal de Suez de no ser por las ayudas británicas y su intervención.

Entre febrero y julio de 1949-50, una serie de armisticios fueron suscritos en Rodas entre palestinos y árabes, con la exclusión de Iraq. Fueron acuerdos exclusivamente militares que no significaban la determinación de fronteras permanentes, por más que se pensase que los árabes reconocían al Estado de Israel

La idea árabe había cambiado y ahora, en lugar de repudiar el reparto pasaron a defenderlo, pero solo obtuvieron una derrota. El Estado Israelí estaba agotado y devastado, y además no ejercía control sobre los árabes; mientras que estos si lo hacían. Es más, había árabes conviviendo en territorio palestino, pero no había judíos vivos en territorios árabes.
A partir de este momento, se iniciaron los procesos pacificadores. Las conversaciones entre intermediarios, se celebraron en Suiza y París, pero el acuerdo fue imposible. Una de las razones fue la conmoción del mundo árabe frente a la derrota, que respondió con asesinatos de dirigentes y la sustitución de los regímenes.

En 1952 la derrota supuso la sustitución de la Monarquía y la aparición del régimen de los Oficiales Libres en Egipto, pero ya antes el rey Abdallah de Transjordania (quería unificar los territorios palestinos bajo mandato egipcio), había sido asesinado en  Jerusalén. A mediados de los años cincuenta, cuando se predecía la intervención soviética y la aparición de un neutralismo activo en Oriente, la confrontación árabe-israelí aparecía de forma más grave que la primera de ellas.

Bibliografía

Pasandoisrael.com

- Ana Perla Sánchez

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