jueves, 7 de marzo de 2013

La caída del Imperio (XVII-XVIII)



El reinado de Los Austrias, enmarcado en el siglo XVII,  fue una época amenazada por la crisis económica y social que atravesaba buena parte de Europa especialmente los países del Mediterráneo, lo que provocaría la caída del imperio.
En este marco de crisis económica, la sociedad estamental española vivió un proceso de polarización marcada por el empobrecimiento de un campesinado que constituía la mayor parte de la población, la debilidad de la burguesía y las clases medias, y el crecimiento numérico de los grupos sociales improductivos como la nobleza y el clero en un extremo y los marginados en otro. Por lo demás, el desarrollo capitalista de Europa sufrió una ralentización al descender las remesas de metal precioso importado de América, que habían alimentado la expansión del XVI.

En cuanto a la corona, la situación fue empeorando por la equívoca política económica de los gobiernos. Éstos agravaron más que solucionaron los problemas: degeneración de la moneda, devaluación de ésta.

A esto se sumó la decisión  de Felipe II de preocuparse tan solo del gobierno de la Monarquía, este suceso fue seguido de una nueva etapa en la que Felipe III, Felipe IV y Carlos II renunciaron a ejercer personalmente las tareas de gobierno, que pasó a manos de ministros omnipotentes.
Ya en la primera mitad del siglo aparecen serios problemas demográficos. Los factores que contribuyeron a este nulo crecimiento fueron la sucesiva crisis de la  subsistencia acompañada de malas cosechas , hambre. A esto habría que añadir la cruel aparición de fuertes epidemias como la peste, favorecidas por la desnutrición.
Además de la falta de mercenarios que llevó a reclutas forzosas: rebeliones, jóvenes en edad de producir.
 En la segunda mitad del siglo, la crisis continuó y se agravó. A la decadencia de la agricultura, agudizada por la expulsión de los moriscos, se le unió la de la ganadería lanar, que apenas tuvo oportunidades para su exportación  , y la de la industria, incapaz de competir con los restantes productos extranjeros. Seguidas de éstas preocupaciones, el comercio entró en una etapa recaída, ya que no existía un mercado capaz de potenciar los productos industriales . Sólo las élites sociales tenían acceso a artesanía de calidad suministrada por los gremios o importada a otros países como Francia, Inglaterra entre otros.



                                                                                                                    Sara El Mazouni Kounou 








1 comentario:

  1. ¿A qué te refieres con el título: "La caída del Imperio: Siglos XVII-XVIII"?
    Atentamente,

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