La guerra fría es un enfrentamiento bipolar puesto que gira en torno a dos polos: EE.UU y la URSS. El motivo fundamental de este enfrentamiento fue la carrera de armamento nuclear aunque no podemos negar que la ideología también desempeñó un papel muy importante, enfrentando capitalismo y democracia contra comunismo.
Sin embargo, la guerra fría no es un conflicto en el sentido en el que lo hemos entendido siempre, ni siquiera hubo declaración de guerra. Simplemente, ambas potencias se posicionaban de un bando u otro en los diferentes conflictos que surgieron (Guerra de Corea, crisis de los misiles de Cuba, Guerra de Vietnam, etc.) y otros episodios que afectaban a los asuntos internos de los países pero en los que se inmiscuían estas potencias intentando defender sus intereses y mostrar su influencia.
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El plan Marshall fue un claro ejemplo de cómo la propaganda y las ayudas económicas sirvieron para crear áreas de influencia. |
El hecho de que no hubiera declaración de guerra no significa que no hubiera una declaración de intenciones. Los países occidentales, que junto a EE.UU formarán el bloque capitalista, y los países soviéticos no ocultaban su animadversión reciproca. Si bien habían dejado a un lado sus diferencias durante la Segunda Guerra mundial y se habían aliado para detener el nazismo y los movimientos totalitarios, el entendimiento finalizó poco después de que lo hiciera la guerra. Las relaciones se enfriaron y distanciaron y cada una de las potencias recelaba de las intenciones de la otra. Esto se aplicaba sobre todo en las zonas liberadas por los aliados en las que cada potencia acusaba a la otra de intentar imponer su ideología y su modelo político y económico. Los comunistas no tardaron en recordar los intentos de acabar con el comunismo del pasado y consideraron que los países capitalistas intentaban destruir de nuevo el comunismo mientras que los capitalistas temían una expansión del comunismo, lo cual suponía una amenaza para la democracia. Stalin se apresuró a advertir que sus antiguos aliados en la guerra pretendían acabar con el comunismo, tal y como lo habían hecho antes y los presidentes capitalistas hablaron de diferencias irreconciliables. Fue entonces cuando se comenzó a hablar de un Telón de acero (Churchill) que dividía el mundo en dos posturas e ideologías contrarias.
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| La doctrina Jdanov decía que los países comunistas debían permanecer fieles a las indicaciones de Moscú. |
Las áreas de influencia, así como la propaganda, el espionaje o la amenaza atómica fueron características en este conflicto. Para asegurarse el apoyo de ciertos países y contar con áreas que fueran “favorables” a un bando u otro se llevaron verdaderas campañas propagandísticas mezcladas con ayudas económicas. La doctrina Truman, basada en un discurso del presidente Truman, ofrecía apoyo y ayuda a los países ocupados (especialmente a aquellos ocupados por los comunistas) y el Plan Marshall ofrecía importantes ayudas para la reconstrucción de los países europeos, que habían quedado destruidos por la guerra. No obstante, estas ayudas implicaban una colaboración económica entre los beneficiarios, lo que motivó que los países satélite de la URSS los rechazaran, ya que suponían colaborar con el bloque contrario. Los comunistas por su parte, no tardaron en responder con el Kominform que era una especie de oficina para el intercambio de información y experiencias entre los partidos comunistas y la doctrina Jdanov.
Esto supuso la división de Europa en dos partes claramente diferenciadas: la Europa occidental, que inicia un rápido crecimiento y la Europa oriental que experimentaba grandes dificultades para el desarrollo y la reconstrucción.Además, las diferentes doctrinas (Truman y Jdanov) no hacían más que incidir en las diferencias y mostrar una visión imperialista y dictatorial del otro bloque que no hizo más que acrecentar las distancias entre ambas potencias.
Bibliografía:
http://www.historiasiglo20.org
Apuntes de Bachillerato
Miniserie sobre la Guerra Fría http://www.youtube.com/watch?v=jheKgoIZs78 (Primer capítulo)
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