domingo, 9 de junio de 2013

Influencia del mediterráneo en la Historia Global

La historia global no puede entenderse sin el papel del mediterráneo y la influencia de los distintos pueblos y civilizaciones que lo han habitado. Dicha influencia continúa hasta nuestros días y podríamos enumerar muchos casos claros de influjo mediterráneo en diferentes ámbitos. El mediterráneo y sus naciones fueron el centro del mundo hasta hace relativamente poco tiempo y, los Imperios que en él estuvieron, llegaron a convertirse en grandes potencias a nivel mundial.

El mundo mediterráneo  destacó en el ámbito económico. Cuna del capitalismo, en el surgieron las primeras prácticas de carácter capitalista: las letras de cambio. Estas eran títulos de crédito que contenían una orden incondicionada y abstracta de pago a su vencimiento al tomador o a su orden, una suma de dinero en un lugar determinado. También podían transmitirse por endoso, es decir, dándosela a un tercero como modo de pago.  Dichos avances contribuyeron al desarrollo de las primeras actividades bancarias del capitalismo financiero como los depósitos, los préstamos sobre prendas, los seguros, etc. También aparecieron la primeras Bolsas, dedicadas al intercambio de mercancías y letras de cambio Todas estas novedades contribuyeron al paso de una sociedad agraria hacia una sociedad cada vez más innovadora y articulada a nivel mundial. Si bien es cierto que estos cambios fueron graduales y se consolidaron en la Primera y la Segunda Revolución Industrial, que no se dio en países mediterráneos, estas no habrían sido posibles de no ser por  la formación de la Economía-Mundo, que tuvo su origen en el mediterráneo. La formación del capital fue la que dio lugar al funcionamiento capitalista industrial a gran escala y todo eso fue posible gracias a las prácticas de corte capitalista que comenzaron a darse en el espacio mediterráneo.  Gracias a esto,  se realizaron las revoluciones industriales (o al menos la primera más directamente), lo que hizo que se produjera un cambio radical en los sistemas de producción, la organización económica y del trabajo y la economía a nivel mundial, es decir, entre todos los países. Sin saber esto, nos costaría entender cómo llegó a desarrollarse el mundo y convertirse en lo que conocemos hoy.  Conociendo  que el mediterráneo fue el lugar donde surgió el capitalismo, podemos entender el funcionamiento y desarrollo primigenio del capitalismo, que es el sistema económico dominante en la actualidad. 
 
 El mediterráneo fue además un importante espacio comercial. Sus puertos, conocidos mundialmente, fueron y siguen siendo un lugar clave para el comercio y el intercambio. En el pasado, fueron los puertos más importantes del mundo y las principales rutas comerciales tenían lugar en el mar mediterráneo.  Navegantes y mercaderes fenicios, griegos, romanos, egipcios y posteriormente árabes, turcos,  venecianos, castellanos, genoveses, catalanes y de otras muchas nacionalidades actuaban como nexo de unión entre los países. Barcelona, Venecia, Génova, el Estrecho de Bósforo y el de Gibraltar, islas mediterráneas como Sicilia, Cerdeña, las Islas Baleares, etc., fueron testigo de estos intercambios, no solo de mercancías, sino también de ideas. 


Además, la explotación de los recursos obtenidos gracias al descubrimiento de América supuso la aparición de un nuevo mercado, que aprovecharon principalmente los países pertenecientes a la monarquía Hispánica y Portugal pero que después supuso una fuente de ingresos que continua hasta hoy en día, puesto que las transacciones económicas con el continente americano son vitales en el comercio internacional. Por eso, no es extraño ver que los países latinoamericanos, colaboran y acogen generalmente a  empresas españolas, pues es uno de los vestigios que quedaron de siglos de influencia castellana en el continente. 

En el ámbito político, los países mediterráneos destacaron, especialmente la Monarquía Hispánica y el Imperio Otomano. Conocida como El imperio en el que no se pone el sol, debido a la cantidad de territorios que poseía,  la monarquía Hispánica tuvo una posición hegemónica en la política europea durante siglos.  La política y la configuración actual de Europa  y de territorios de África y América, no se podría entender sin conocer el importante papel que jugó la monarquía Hispánica y el poder que tuvo.  También nos ayuda a entender las relaciones politicas (y comerciales) entre los países del norte de África y países mediterráneos como por ejemplo España y Marruecos, Libia e Italia, etc. Además de ser territorios fronterizos fueron territorios colonizados por las potencias del mediterráneo occidental y aún quedan rastros de esta colonización: el uso de las lenguas de los pueblos colonizadores, las relaciones comerciales que les dan preferencia, la organización de los territorios, etc. No podemos entender la situación actual del norte de África sin recordar la influencia que han tenido países como Francia, España o Italia. Lo mismo sucede con otros países de Asia, que estuvieron  ocupados por el Imperio Otomano y que es apreciable todavía.
El Imperio Otomano por otra parte, es fundamental para entender los conflictos que se dan incluso hoy en día en Oriente Medio o la zona de los Balcanes. El Imperio turco tuvo una vital importancia en la zona y es una de las razones gracias a las cuales podemos comprender la configuración actual de la zona, el conflicto entre árabes e israelíes por Palestina, etc.

Además, movimientos políticos han tenido su germen en el mundo mediterráneo. Desde el concepto de democracia (surgido en la Antigua Grecia), el mediterráneo  ha sido un lugar en el que se ha gestado un cambio en las estructuras sociales y en el que se ha formado el Estado moderno.
Tampoco podemos olvidar la importancia geoestratégica del mediterráneo. Siempre ha sido un lugar de paso, punto de interacción de distintos países y de unión de distintas culturas (Oriente y Occidente, Europa y el norte de África, etc.). Por ello, siempre ha habido enfrentamientos y pugnas por controlar los lugares estratégicos como los estrechos, los canales como el de Súez e incluso los puertos. Si pensamos en esto, entendemos porque Inglaterra se empeña en mantener Gibraltar, por ejemplo. Controlar los lugares de paso del mediterráneo, es decir, controlar el acceso y las comunicaciones, implica controlar una parte importante del mundo, que siempre ha tenido y tiene relevancia.

En cuanto a la cultura, el hecho de que la monarquía hispánica dominase los territorios de América del Sur explica porque estos hablan castellano o porque son mayoritariamente católicos frente al norte, que es evangelista. Lo mismo pasa con el Imperio Otomano que influye en la cultura y en las costumbres de muchos de los países que ocupó durante tantos siglos y que ha dejado vestigios en la administración o en el modo de organización territorial que se mantienen hasta la actualidad. 

Sin embargo, el papel del mediterráneo se ha debilitado mucho en los últimos siglos. A pesar de contar con poderosos e importantes imperios como el Imperio Otomano o la Monarquía Hispánica, no pudo evitar perder la influencia de la que gozaba. La guerra de los Treinta Años y los Tratados de Westfalia acabaron con la hegemonía política de España, a la vez que también se perdía la hegemonía cultural de Italia. Comenzó entonces el auge de países como Holanda, Inglaterra, Francia (su zona más atlántica y nórdica), Bélgica, etc., y el norte se impuso sobre el sur. 

A partir del siglo XVII, el mediterráneo deja de ser el centro del mundo tal y como lo había sido durante tantos siglos. Muestra de ello es que las naciones mediterráneas desempeñaron un papel muy modesto en la forja del mundo moderno que conocemos hoy. Muchas veces se ha atribuido este hecho a factores religiosos como que los países del sur se mantuvieron en el catolicismo, en lugar de adoptar el protestantismo como hicieron los países del Norte. Sin embargo, el Imperios  Otomano, que no era católico también sufrió este retroceso y esta pérdida de influencia.

 



 En resumidas cuentas, la  influencia del mundo mediterráneo es de vital importancia para entender la Historia Global. Abarcando ámbitos como la ciencia, la cultura, la economía o la política, los países mediterráneos han destacado en todos ellos. La civilización mediterránea ha aportado al mundo ciencia y cultura, mejoras técnicas e innovaciones así como avances científicos, además de ser un punto de encuentro entre diferentes pueblos. No podemos entender los sistemas económicos actuales, el desarrollo económico y social de los últimos siglos ni las estructuras y relaciones entre diferentes países sin recurrir al escenario del mundo mediterráneo. Las guerras de religión, las colonizaciones, la aparición de las primeras prácticas capitalistas tienen su explicación en el mundo mediterráneo moderno y contemporáneo. No obstante, en la actualidad, este ha perdido la influencia y el poder del que gozaba en favor de los países del Norte y de otros como EE.UU, China o la India. A pesar de ello, el mundo mediterráneo sigue siendo un importante enclave geoestratégico, que une Oriente con Occidente y que es imprescindible a la hora de entender la historia de los últimos siglos y las relaciones mundiales.

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